Publicado en Alimentación

Cuando nos Sobrepasamos:

Cuando decidimos empezar con una alimentación saludable, solemos sentirnos muy motivados, incluso, emocionados con la expectativa de que nuestros cuerpo y mente va a pasar por fases depurativas y vamos a bajar de peso, puede que a sentirnos mucho mejor con nosotros mismos. Es ese momento donde apreciamos que todo va a salir bien, que vamos a seguir una línea perfecta de alimentación donde vamos a tener en cuenta la ingesta de vegetales y frutas y apartar de nuestra alimentación los ultra procesados, «¡se acabaron los dulces!», puede que gritemos, ¿os suena? A mí también 😉

Nos acostumbramos a ello, muchos más pronto que otros, a algunos les cuesta o tienen ciertos antojos de cosas que solían comer y que ahora no lo ven tan adecuado y lo evitan, cada uno es un mundo y eso entra también dentro de lo razonable. Pero, al acostumbrarnos, fallamos, cayendo un poco en «por un día no pasa nada» y, ¡por supuesto que no pasa!, el problema es hacer del «por un día no pasa nada» una costumbre que hacemos prácticamente cuatro días de la semana siendo que, cuando empezamos, lo apartamos de nuestra dieta porque no lo consideramos adecuado para nuestro cuerpo. Podemos caer picando de vez en cuando, creyendo que de verdad es algo pasajero pero seguimos viendo que nos apetece semana tras semana y seguimos comiéndolo. Puede pasar con algo sin la menor importancia pero, poco a poco, caemos en viejos hábitos y puede que los smoothies verdes, se vuelvan Cola-caos, empezamos a hincharnos y a sentirnos mal otra vez, a comer más azúcar del debido y caer en esa alimentación de la que tratamos de salir. Es un proceso lento del que puede que no nos demos cuenta pero que suele ocurrir, a mí me ha pasado más veces de las que podría contar, normalmente, tienden a ser las papas de bolsa o el chocolate, después sigues con los yogures de frutas y caes en comer más de un día pasta, etc.

Somos humanos y caemos en tentaciones, nos encanta comer y los sabores nuevos pueden ser nuestra perdición, pero hay que auto analizarse cuando nos dejamos llevar por esa sensación en nuestro cuerpo que nos pide lo que comíamos, para saber qué ha sido lo que ha motivado ese retorno a la alimentación que se estaba llevando y que considerábamos no adecuada. En ese momento de análisis, se nos pueden pasar varias cosas por la cabeza y suelen ser muy acertadas: por estrés, ansiedades, trabajar demasiado, no tener tiempo para uno mismo y ocuparse de los demás más que de ti. Suelen ser las causantes de antojos, comer a deshoras, picar cuando no toca y tomarte más de una cerveza para olvidarte de lo que ocurre en tu vida. Por supuesto, no hay que ser obsesivo y analizarse cada vez que se tenga un antojo, esto quiero matizarlo, dado que, a veces, nuestro cuerpo nos pide por ejemplo, azúcar. Si esto es lo que ocurre, en vez de comernos un trozo de chocolate con toneladas de azúcar, podemos sustituirlo por comernos un par de dátiles, ¿no creéis?

Se pueden permitir los caprichos durante la semana pero no abusar, el problema es cuando nos sobrepasamos con varias comidas la mayoría de días que ocupan la semana y terminamos en el mismo lugar donde empezamos y decidimos cambiar. Caer, darse cuenta y volver a empezar es lo que cuenta, por ti, para ti.


Recuerda que puedes apoyar el blog a través de Patreon, escribo relatos más elaborados y personales:

www.patreon.com/trackontime


When We Exceed Over Ourselves:

When we decide to start with a healthy diet, we tend to feel very motivated, even excited by the expectation that our bodies and minds will go through depurative phases and we will lose weight, we may feel much better about ourselves. It’s that moment where we appreciate that everything is going to work out, that we’re going to follow a perfect feeding line where we’re going to take into account the intake of vegetables and fruits and taking away from our diet the ultra-processed, maybe you we scream: «the sweets are over!». It sounds familiar? For me, too 😉

We get used to it, many sooner than others, some find it difficult or have certain cravings for things they used to eat that now don’t see it as suitable and avoid it, everyone is a kind of different world and that’s very good. But, when we get used to it, we fail, falling a little bit into «for a day nothing happens» and, of course it doesn’t happen!, the problem is to make «for a day nothing happens» a custom that we do practically four days a week eating it, when we start, we take it away from our diet because we do not consider it suitable for our body. We can fall by biting from time to time, believing it’s really a passing thing, but we still see that we feel like it week after week and we keep eating it. It can happen with something without the slightest importance but, little by little, we fall into old habits and maybe the green smoothies, become «Cola-chaos», we start to swell and feel bad again, to eat more sugar than we should and fall into that diet that we try to get out of. It’s a slow process that we may not realize but that usually happens, it has happened to me more times than I could count, usually tend to be fried potatoes or chocolate, then you continue with fruit yogurts and fall into eating more than a day pasta, etc.

We are human and we fall into temptations, we love to eat and new flavors can be our undoing, but we have to self-analyze when we get carried away by that feeling in our body that asks us what we were eating, to know what has motivated that return to food that was being carried away and that we considered unappropriate. At that time of analysis, several things can pass through our heads and are often very right: because of stress, anxieties, working too hard, not having time for yourself and taking care of others more than you. They’re usually the cause of cravings, eating in a few hours, biting when you don’t have anything to do, and drinking more than one beer to forget what’s going on in your life. Of course, you don’t have to be obsessive and analyze yourself every time you have a craving, I want to point this, since sometimes our body asks us for sugar for example. If this is what happens, instead of eating a piece of chocolate with tons of sugar, we can replace it with eating a couple of dates, don’t you think?

You can afford the whims during the week but do not abuse, the problem is when we overdo it with several meals most days occupying the week and end up in the same place where we started and decided to change. Falling, realizing for it and starting over is what counts, always for you.


Remember you can support the blog through Patreon, I write short stories more elaborated and personal:

www.patreon.com/trackontime


Publicado en Alimentación

Hablarte Negativamente:

Siéntate en la silla más cercana que tengas alrededor y pregúntate si te hablas negativamente. Estoy segura que la respuesta será sí y más si piensas en comida. ¿Cuántas veces hemos querido darnos un capricho y hemos pensado «no, que esto engorda»? Quizá millones. ¿Cuántas veces hemos querido comer un poco más y hemos pensado «voy a acabar como una ballena»? Puede que muchas. ¿Cuántas veces evitamos alimentos porque nos hablamos de forma nefasta cuando estamos cerca de ellos o nos apetecen? Incluso, nos culpamos porque ese día queremos una pasta de chocolate cuando hace cuatro meses que no has probado una y ese día has querido que fuera una excepción pero, ni eso te has permitido, ¿verdad? ¿Por qué no? Tú mente da vueltas en espiral dirigiéndose a las mismas frases de antes.

No nos damos caprichos. No nos PERMITIMOS caprichos ni muy de vez en cuando. Pero, ¿quién no nos lo permite? Nuestra mente. Nos pasamos el día hablándonos negativamente sobre cosas rutinarias, ¿por qué no sobre la comida también? Somos tan perfeccionistas que hasta debemos encontrar los mínimos fallos a cuando nos sentamos a comer. Está bien que algo nos indigeste, que algo no nos guste por mucho que lo intentemos o que hayan comidas muy pesadas que no nos dejen pasar el día con normalidad, eso es normal y está bien que se aparten de la dieta porque «nos hacen daño» (y muy entre comillas, a no ser que sea algún alimento que nos produzca alergia o algún tipo de intolerancia) pero, no hay que pasarse el día pensando «no a los carbohidratos», «no a los dulces», «no a la harina»… y un largo etcétera. Está bien apartarlo porque no es sano comer esto cada día pero no el culparnos cada vez que nos apetece y lo comemos, un día es un día, ¿no?

Creo que una de las cosas que más afecta a la hora de comer cualquier cosa, incluso, en nuestra digestión, es la forma en la que nos hablamos refiriéndonos a ese alimento en concreto momentos antes de ingerirlo, es todo cuestión de vibraciones y energías, no nos va a sentar igual un dulce del que pensamos «oh, dios mío que gorda voy a terminar», lo cual, estamos comiéndolo con cierto disgusto, que decir «este postre me va a sentar de maravilla y está riquísimo, ¡quánto tiempo sin comerlo! Mmmm», obviamente, nos va sentar mejor si pensamos de esta última forma. Somos propensos a la negatividad, creo que la humanidad por el mismo hecho de serlo, tiende a ver el vaso medio vacío, a ver las cosas de forma más dramática que positiva y enriquecedora.

Estamos influidos tanto por causas exteriores como son los alimentos, el tiempo, las situaciones que nos rodean, las personas… y por las interiores, nuestras emociones y pensamientos, por lo tanto, creo que si nos ayudamos a controlar la forma en la que nos hablamos cuando vamos a comprar, preparamos la comida y a la hora de ponernos a la mesa, las cosas podrían cambiar mucho para bien, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra mente, sentirnos más cómodos al comer, no sentir complejos, mirarnos al espejo de forma diferente y entender que nuestro cuerpo siempre pasa por cambios.

De la misma forma que hablo de engordar, también hablo de adelgazar. Podemos pasar por periodos en los que adelgazamos bastante rápido, ya sea por los nervios o por no comer lo suficiente para tener la energía necesaria, comemos con dudas de sí estaremos comiendo lo que nos hace falta o no, si estamos siendo correctos con nuestra dieta y se nos cae el alma a los pies cuando vemos que hemos adelgazado un par de kilos más cuando hemos estado comiendo el doble durante las dos últimas semanas. Puede que sea uno de los procesos más difíciles por los que puedes pasar, te mantienes en un miedo constante y temor de bajar demasiado de peso. En estos casos, es mejor pensar que todo lo que se baja, se puede recuperar, no se debe comer con ansiedad, tampoco vivir nervioso y bueno, tratar de estar lo más tranquilos posible. Al fin y al cabo, el peso es lo más cambiante que te puedes encontrar, hoy puedes pesar cincuenta kilos, mañana cuarenta y ocho y pasado sesenta, quién sabe…

Debemos entender un poco nuestras fases, quizás los por qués de nuestras ansiedades, de tender a engordar o adelgazar de más, nuestra forma de comer, nuestra habla interna. Hablémonos con cuidado y cariño y puede que la comida se digeste mejor y dejemos de tener complejos. Sé que, a veces, resulta complicado controlar nuestros pensamientos pero es cosa nuestra y algo que debemos hacer por nosotros mismos, nadie más lo puede hacer.


Recuerda que puedes apoyar el blog a través de Patreon, escribo relatos más elaborados y personales:

www.patreon.com/trackontime


Talking to Yourself Negatively:

Sit in the nearest chair around you and ask yourself if you have a negative self-talk. I’m sure the answer will be yes and more if you think about food. How many times we had a craving and thought «no, that’s gonna make me fat»? Maybe millions. How many times have we wanted to eat a little more and thought «I’m going to end up like a whale»? Maybe a lot. How many times do we avoid food because we talk nefariously to ourselves when we’re around them or feel like it? We even blame ourselves because that day we want a chocolate bar when we haven’t tried one in four months and that day we wanted it to be an exception, but we didn’t even allow ourselves that, have we? Why not? Your mind spirals around heading for the same phrases as before.

We don’t give ourselves the craving we want. We don’t allow ourselves whims too much from time to time. But who won’t let us? Our mind. We spend the day talking negatively about routine things, why not about food, too? We are so perfectionists that we must even find the slightest flaws when we sit down to eat. It’s okay for something to make us stochache, something we don’t like no matter how hard we try or that very heavy meals that won’t let us spend the day normally, that’s okay for us to get them out of the diet because they «hurt us» (and very in quotes, unless we have some allergy food or some kind of intolerance) but we don’t have to spend the day thinking «no to carbohydrates», «not to sweets», «not to flour»… and a long etcetera. It’s okay to set it aside because it’s not healthy to eat this every day, but not to blame ourselves every time we feel like it and eat it, it’s just a day, right?

I think one of the things that affects us the most when it comes to eating anything, even in our digestion, is the way we talk to ourselves by referring to that particular food moments before ingesting it, it’s all about vibrations and energies, we’re not going to feel the same when we eat a sweet and we think «oh my god, I’m gonna get fat», which we are eating it with some disgust, thing which gonna change if we think «this dessert is going to make me feel very well and it is delicious, what a time without eating it! Mmmm». Obviously, it’s going to make us feel better if we think this way. We are prone to negativity, I believe that humanity, because it is, tends to see the glass half empty, usually we see things more dramatically than positively and enrichingly.

We are influenced both by external causes such as food, time, the situations around us, people… and inside, both our emotions and thoughts, therefore, I think that if we help ourselves control the way we talk when we go shopping food, we prepare it and when it comes to getting to the table, things could change a lot for good, both for our body and for our minds to feel more comfortable eating, do not feel complex, look in the mirror differently and understand that our body always goes through changes.

The same way I don’t just talk about getting fat, I’m also talking about losing weight. We can go through periods when we lose weight quite quickly, either by nerves or by not eating enough to have the necessary energy, we eat with doubts of ourselves about if we will be eating what we need or not, whether we are being correct with our diet and our souls fall to our feet when we see that we have lost a couple of kilos more when we have been eating twice as much over the last two weeks. It may be one of the most difficult processes you can go through, you stay in constant fear of losing too much weight. In these cases, it is better to think that everything that goes down can be recovered, should not be eaten with anxiety, try to don’t live nervous and well, try to be as calm as possible. After all, weight is the most changing thing you can find, today you can weigh fifty kilos, tomorrow forty-eight and the day after tomorroy sixty, who knows…

We need to understand a little bit our phases, perhaps why our anxieties, tend to over-fatten or lose weight, our way of eating, our inner speech. Let’s talk carefully and fondly and the food may digest better in our stomachs and we may stop having complexes. I know that sometimes it is difficult to control our thoughts but it is up to us and something that we must do for ourselves, no one else can do it.


Remember you can support the blog through Patreon, I write short stories more elaborated and personal:

www.patreon.com/trackontime


Publicado en Alimentación

Qué Tomar para Relajarse:

Todos nosotros siempre nos hemos encontrado con circunstancias que nos han creado nerviosismo y ansiedad. Algunos pueden controlarlo muy bien, a otros no les afecta en absoluto, a muchos otros sí nos afecta, incluso, físicamente. Algo que digo mucho es: «si tu cuerpo no se relaja solo, oblígalo a que lo haga«, esto tiene su explicación. Los nervios, estrés y ansiedad, pueden crear innumerables patologías en tu cuerpo, desde mareos y migrañas o desequilibrios estomacales e intestinales, lo cual, pueden resultar incómodos y algo limitantes en el día a día.

Hay varias formas de reducir la ansiedad, de hecho, hay algunas técnicas que os dejé en el post Cómo Controlar la Ansiedad (pinchad en el título para ir al link) entre ellas podemos encontrar la meditación, el ejercicio y la buena alimentación pero, a veces, tendemos a sobrepasarnos. Para estos casos, puedes elegir ir al médico para pedir un tratamiento en el que te recetan pastillas relajantes para los nervios, ir a un psicólogo para que te ayude a controlar estos estados de ansiedad u optar por la medicina natural que también está a nuestro alcance sin ningún tipo de efecto secundario, las tres opciones son igual de respetables, cada uno que elija la que mejor le convenga.

En cuanto a mi experiencia, siempre me ha ido muy bien la tercera opción, prefiero incluir soluciones que no vayan a afectarme más tarde y que puedo tener siempre en casa para usarlas en cualquier momento, más en situaciones estresantes. Os dejo por aquí las que más utilizo, de esa forma, podéis tener una guía:

  • TILA: La he utilizado desde que era pequeña y estaba un poco alterada. Te relaja muchísimo, incluso, si tienes problemas para dormir, va muy bien. Lo único que pasa es que te deja amodorrada y no tienes ganas de hacer nada el resto del día, para tomarla, aconsejaría que se hiciera por la noche. La tila tiene una propiedad antiespasmódica, la cual, permite la relajación de los músculos de los órganos internos; además, es un diurético natural, por lo que, te puede ayudar a eliminar los líquidos sobrantes del organismo y evitar que se acumulen; también aumenta la sudoración, muy bueno para personas que sufren de reumatismo, problemas respiratorios, etc. de esta forma, se pueden eliminar toxinas no solo por la orina, sino por la sudoración. Si tienes problemas del corazón, no se recomienda tomarla tan a menudo pero en casos aislados y de necesidad, está muy bien.
  • MELISA: Es muy relajante y digestiva, la tomo tras las comidas muchas veces o cuando siento que se me ha revuelto el estómago, suele aliviarte rápido y de forma efectiva, para los retortijones es genial, te los frena enseguida. En caso de nervios y estrés que se acumulan en nuestras zonas del cuerpo más sensibles, la melisa suele relajarlas, mucho más en casos de problemas gastrointestinales. Ayuda en casos de migraña, en la menstruación o dolores premenstruales, equilibra la presión arterial, frena la diarrea, es expectorante para los casos de gripe, ayuda a bajar la fiebre y es útil para dolores de espalda.
  • MANZANILLA: Suele ser muy digestiva y tras las comidas es perfecta, lo hago muchas veces. No te relaja todo el cuerpo en general pero sí tu estómago para ayudarte a hacer la digestión, es genial poder tenerla en el armario. No es tan conocida por su refuerzo en las funciones del sistema respiratorio, casos de diabetes, tratamientos para la piel y encías, es diurético y relajante.
  • PASIFLORA: Esta la utilizo bastante y te la puedes llevar a cualquier lado, dado que, aparte de usarla a modo de hierba relajante, también la puedes llevar contigo concentrada en gotas, ponerle 4 o 5 a tu botella de agua y llevarla a cualquier lado, manteniéndote los nervios a raya todo el tiempo y no dejándote amodorrada como lo hace la tila o la melisa, esta planta tan solo te relaja el cuerpo sin hacerte sentir pesada. Sobretodo, entre sus beneficios destacan sus virtudes sedantes que ayudan a combatir el insomnio tanto en personas mayores como adultas, te calma en situaciones de estrés agudo y ansiedad leve, alivia los síntomas del síndrome de abstinencia de narcóticos o ansiolíticos, alivia las palpitaciones, calma la migraña y contracturas musculares, tal como los síntomas premenstruales y mentruales, combate la dificultad para respirar, alivia los espasmos grastrointestinales y reparador en caso de indigestiones nerviosas, vómitos, mareos y dolor de vientre.
  • VALERIANA: La suelo tomar antes de dormir y mezclada con otras hierbas, lo cual, no suele ser la más fuerte, ayuda a mi cuerpo a relajarse antes de cerrar los ojos y no sufro de insomnio ni mi cuerpo se tensa mientras duermo (que a veces pasa aunque no os lo creáis). Cuando tenía unos 18 años, sí la utilizaba más en forma de pastilla porque más cómodo y me calmaba bastante los nervios, aunque lo malo era que tu cuerpo se acostumbraba a ella y tenías que tomarte incluso tres para que te hiciese algún efecto. Busqué otras alternativas pero, también es genial para el estrés, nervios y ansiedad.
  • KUZU: Este almidón lo estoy probando ahora y viene muy bien para problemas grastrointestinales, te equilibra toda la flora intestinal, recobra el equilibrio de tu cuerpo. Alivia los síntomas en caso de abstinencia por cualquier tipo de adicción, es muy bueno para cefaleas y migrañas, para casos de colón irritable, es un relajante natural también, baja la fiebre y palia los resfriados, para síntomas premenstruales, alergias y problemas respiratorios. Al KUZU le dedicaré un post entero próximamente, ya sé que aquí sueno escueta, daré más información 🙂

Como podéis ver, hay muchas opciones para combatir la ansiedad y sentirte mejor con tu cuerpo, en caso de alguna patología que provenga de esto. Mucha gente no le da mucha importancia al estrés pero, en realidad, sí la tiene, te desequilibra por completo y te ves en la necesidad de buscar una solución, bien combinada con sesiones de meditación, ejercicios de respiración, tratarse con cariño y consideración, hablarse con amor a uno mismo y grandes dosis de paciencia, ¡nadie nace aprendido!

Es normal que todos tengamos altibajos pero también es nuestro deber poner atención a nuestras emociones para entender de dónde vienen, por qué y conseguir sentirnos mejor. También conocido como AMOR PROPIO.


What to Take to Relax:

All of us have always encountered circumstances that have created nervousness and anxiety. Some can control it very well, others do not be affected at all, many others do affect us even physically. One thing I say a lot is, «if your body doesn’t relax on its own, force it to do it,» this has its explanation. Nerves, stress and anxiety can create countless pathologies in your body, from dizziness and migraines or stomach and intestinal imbalances, which can be uncomfortable and somewhat limiting in everyday life.

There are several ways to reduce anxiety, in fact, there are some techniques that I left you in the post «How to Control Anxiety» (click on the title to go to the link) among them we can find meditation, exercise and good diet but sometimes we tend to overdo it. For these cases, you can choose to go to your doctor to ask for a treatment in which you are prescribed relaxing nerve pills, go to a psychologist to help you manage these states of anxiety or opt for natural medicine that is also within our reach without any side effects, the three options are respectable, you can choose what you think is best for you.

For my experience, I have always done very well through the third option, I prefer to include solutions that will not affect me later and that I can always have at home to use at any time, more in stressful situations. I leave you here the ones that I use the most, that way, you can have a guide:

  • LIME BLOSSOM: I’ve used it since I was little and I was a little nervous. It relaxes you a lot, even if you have trouble sleeping, it goes very well. The only thing that happens is that makes you feel sleepy and you don’t feel like doing anything the rest of the dat, I would advise you, take it at night. It has an antispasmodic property, which allows relaxation of the muscles of the internal organs; in addition, it is a natural diuretic, so it can help you remove excess fluids from the body and prevent them from accumulating; sweating also increases, very good for people suffering from rheumatism, breathing problems, etc. in this way, toxins can be eliminated not only by urine, but by sweating. If you have heart problems, it is not recommended to take it so often but in isolated cases and need, it is very good.
  • LEMON BALM: It is very relaxing and digestive, I take it after meals many times or when I feel that my stomach has been scrambled, it usually relieves you quickly and effectively, for the twists it is great, it slows them down right away. In case of nerves and stress that accumulate in our most sensitive areas of the body, it usually relaxes them, much more in cases of gastrointestinal problems. It helps in cases of migraine, menstruation or premenstrual pains, balances blood pressure, slows diarrhea, is expectorant for flu cases, helps lower fever and it is useful for back pain.
  • CAMOMILE: It is usually very digestive and after meals it is perfect, I do it many times. It doesn’t relax your whole body in general but your stomach to help you do the digestion, it’s great to be able to have it in the closet. Not so known for its reinforcement in respiratory system functions, diabetes cases, skin and gum treatments, it is diuretic and relaxing.
  • PASIFLORA: This one I use quite a lot and you can take it anywhere, apart from using it as a relaxing herb, you can also take it with you concentrated in drops, put 4 or 5 to your water bottle and take it anywhere, keeping your nerves well controled all the time and not leaving you sleepy as happen with lime blossom or the lemon balm, this plant just relaxes your body without making you feel heavy. Above all, its benefits include its sedative virtues that help combat insomnia in both the elderly and adults, calms you down in situations of acute stress and mild anxiety, relieves symptoms of narcotic or anxiolytic withdrawal syndrome, relieves palpitations, soothes migraine and muscle contractures, such as premenstrual and mentrual symptoms, combats shortness of breath, relieves grastrointestine and restorative spasms in case of nerve indigestion, vomiting, dizziness and belly pain.
  • VALERIANA: I usually take it before bed and mixed with other herbs, which it’s not usually the strongest, helps my body to relax before closing my eyes and I do not suffer from insomnia nor does my body tighten while sleeping (which sometimes happens even if you do not believe it). When I was about 18 years old, I did use it more in pills form because it was more comfortable and calmed my nerves a lot, although the bad thing was that your body got used to it and you had to take even three to have some effect. I looked for other alternatives but it’s also great for stress, nerves and anxiety.
  • KUZU: This starch I’m testing now and it comes in great for grastrointestine problems, it balances all the intestinal flora, it regains the balance of your body. It relieves symptoms in case of withdrawal from any type of addiction, is very good for headaches and migraines, for cases of irritable colon, is a natural relaxary too, lowers fever and alleviates colds, for premenstrual symptoms, allergies and breathing problems. To KUZU I will dedicate a whole post soon, I know that here I sound short, I will give more information about it 🙂

As you can see, there are many options to combat anxiety and feel better about your body, in case of any pathology that comes from this. Many people do not give much importance to stress but, in reality, they do have it, it completely unbalances you and you see yourself in the need to seek a solution, well combined with meditation sessions, breathing exercises, treating yourself with love and consideration, speaking with love to yourself and great doses of patience, no one is born learned!

It is normal for all of us to have ups and downs but it is also our duty to pay attention to our emotions to understand where they come from, why and to get to feel better. Also known as SELF-LOVE.

Publicado en Alimentación

Rompe con el «En casa no se puede»:

Rompe con el en casa no se puede

Bueno, esto es algo que suele pasar a menudo a los que hacemos ejercicio en casa y no vamos al gimnasio a hacerlo, también los que preferimos crear nuestras rutinas de alimentación antes que ser guiados por nutricionistas que, la verdad, me confunden más que otra cosa… Escuchamos frases como «en casa no vas a hacer nada», «en casa no tienes lo necesario», «tienes muchas limitaciones», «como no vayas a un gimnasio y te lo tomes en serio, poco vas a hacer», estas son algunas de las que me han dicho y, la verdad, no sirven de otra cosa que para marearte y tratar de que te rindas porque estás haciendo muchos más progresos y no se pueden explicar por qué.

Siempre nos venden esa idea del gimnasio como algo «top», una disciplina por la que pasas diariamente y que te hace parecer más fuerte, en cierto modo, es así pero hay muchas más formas con las que hacerlo. Veo a mucha gente que entrena en los parques, algunos corriendo cada día a la misma hora, otros practicando calistenia en zonas públicas, hasta donde yo sé, todo lo que te propongas lo puedes hacer. Llevo más o menos siete meses haciendo ejercicio en casa (una o dos veces al día) y noto cambios significativos cada semana, incluso, el bajar de peso ya no es un problema y correr ya no es un esfuerzo, todo tu cuerpo se desarrolla, evolucionas en los ejercicios, aprendes a respirar… así que, rompe las barreras de «en casa no se puede» porque si quieres, claro que PUEDES.

Durante el confinamiento, aquellos que han criticado el ejercitarse en casa e iban al gimnasio todos los días, han tenido que conformarse haciendo ejercicio en casa, han tenido que hacer lo que hacemos todos y ver que sí funciona y que no necesitas máquinas para entrenar y sentir cómo progresas. Hay bastante gente que utiliza los batidos de proteína para el aumento de musculatura, pude empezarlo también pero decidí no haceerlo, quise alimentarme bien y comer proteína directamente del alimento que me lo promorciona porque es más natural, no es lo mismo que venga del animal que de personas que lo han fabricado. Con esto quiero decir que, incluso con el ejercicio y la alimentación, nos vemos inmersos en cantidad de ideales, limitaciones y ciertas lecciones que nos inculcan o nos obligan a seguir por tradición o porque lo hacen todos, de hecho, casi toda la gente que conozco va al gimnasio ahora, incluso, personas que ni imaginaría que fuesen a ir.

Otra cosa que me he dado cuenta durante este periodo de confinamiento es que gente a la que ni siquiera le gusta el ejercicio y que nunca lo hacen, se pongan ahora a hacerlo cuando siempre se han reído de los demás y han criticado el hacerlo en casa, por ejemplo, son actos hipócritas que tienden a mostrarse por sí mismos. Por mucho que otros te digan que no se nota el ejercicio que haces en casa o que no has bajado de peso, incluso, que no sirve, piensa en tu propio progreso y que pronto les cerrarás la boca, rompe «en casa no se puede» y sigue adelante con tus objetivos, todos tenemos baches pero el continuar sin importar las absurdeces ajenas es lo que nos hace más fuertes.


Break with that «You can’t do it at home»:

Well, this is something that often happens to those of us who do the exercise at home and we don’t go to the gym to do it, also those of us who prefer to create our eating routines rather than be guided by nutritionists who they just confuse me more than anything else… We listen to phrases like «at home you’re not going to do anything», «at home you don’t have what you need», «you have a lot of limitations», «as you do not go to a gym and take it seriously, you are not going to do anything», these are some of the ones that have been told to me and they just say it to get you to give up because you are making a lot more progress and they can’t to explain themselves why.

They always sell us that idea of the gym as something «top», a discipline that you go through daily and that makes you seem stronger, in a way, it is true but there are many more ways to do it. I see a lot of people who train in the parks, some running every day at the same time, others practicing calisthenics in public areas, as far as I know, everything you want do you can do it everywhere. I’ve been exercising at home for about seven months (once or twice a day) and I notice significant changes every week, even weight loss is no longer a problem and running is no longer an effort, your whole body develops, you evolve in the exercises, you learn how to breathe properly… so, break the barriers of «at home you can’t» because if you want, of course you CAN.

During the confinement, those who have criticized exercise at home and went to the gym every day, have had to settle for training at home, have had to do what we all do and see that it does work and that you don’t need machines to train and feel how you progress. There are quite a few people who use protein shakes for muscle augmentation, I could start it too but I decided not to do it, I wanted to feed well and eat protein directly from the food that promotes it to me because it is more natural, it is not the same as coming from the animal as from people who have made it. By this I mean that, even with exercise and eating, we are immersed in a number of ideals, limitations and certain lessons that instill or force us to follow by tradition or because other people do it too, in fact, almost all the people I know go to the gym now, even people who would not even imagine they decide to go…

Another thing I have noticed during this period of confinement is that people who don’t even like exercise and who never do it, now start doing it when they’ve always laughed at others and criticized doing it at home, for example, their hypocritical acts tend to show themselves. As much as others tell you that they don’t notice the exercise you do at home or that you haven’t lost weight, even if it doesn’t work, think about your own progress and that you’ll soon shut their mouths, break «at home you can’t» and go ahead with your goals, we all have bumps but continuing regardless of the absurdities of others is what make us stronger.

 

Publicado en Alimentación

Pequeñas Tentaciones:

Pequeñas tentaciones

Sí, lo sé, existen. Esos dulces que saben a gloria y que interfieren en una parte de nuestro cerebro incansablemente cuando hemos decidido dejarlos y no volver a poner un dedo sobre ellos y también sé lo duro que es evitarlos pero, e aquí la buena noticia: se termina pasando. Cuando nos hemos acostumbrado durante tanto tiempo a cierto tipo de carbohidratos, nuestro cuerpo nos los pide en forma de pequeña ansiedad que, a veces, no puedes controlar y te hace caer, incluso, puede que notes olor a chocolate por toda la casa y ni siquiera tienes, lo cual, tiende a perturbar un poco pero es esa respuesta de tu cerebro al no tener ese azúcar que solías consumir, es como un síndrome de abstinencia que persiste hasta pasados unos meses.

También sé que en el primer momento que empiezas tu trayecto a la vida sana, los ves en todas partes: cafeterías, bares, en las cartas de menús de los restaurantes, incluso, si trabajas en uno que todavía es peor porque siempre tienes esa pequeña tentación, esa pequeña duda que cruza tu mente: por un día no pasa nada, ¿no? Te respondo a la pregunta: no, no pasa nada. Existe un «pero», exacto. Un día no pasa nada que te comas de postre dos bolas de chocolate o un trocito de una tableta, quizá un caramelo o puede que una trufa pero, mañana casi con absoluta seguridad, vas a pensar lo mismo porque solo es un día, solo es un momento en el tiempo donde rompes las reglas, donde crees que ese dulce no va a ir a ninguna parte pero, sí lo hace si lo permites cada día y no eres capaz de frenar tus impulsos. Por ello, durante los primeros meses que dejes este tipo de comida, es mejor que no pienses en ello, evítalo a toda costa.

Una de las formas en las que conseguí concienciarme del todo y olvidarme de comer este tipo de cosas, fue sustituyendo ese momento en el que quería comer dulce por una fruta o frutos secos y, he de decir que, aunque comerías un montón por el simple hecho de tener una ansiedad horrible, funciona, te calma y tu cerebro empieza a relacionar que, cuando te apetezca dulce, te vas a comer una pieza de fruta. Realmente, es todo mental. Si consientes caer en las tentaciones, le permites a tu cerebro fallar en el control de la situación, en concienciarte y saber decir que «no» a ese deseo exasperante por comerte un dulce. Está bien hacerlo una vez a la semana o, incluso, de forma intermitente, es decir, te compras una tableta de chocolate y te la comes durante una semana, cuando la has terminado paras durante uno o dos meses. Es una solución bastate práctica…

Otra cosa que veo es que mucha gente suele decir lo típico de: «bueno, como hago ejercicio, arraso con todo el dulce que veo porque mañana lo quemo». En cierto modo, es verdad pero depende de la cantidad que comas, dado que, una cosa es comerte una onza de chocolate y hasta mañana nada más y otra muy diferente que te comas tres magdalenas de chocolate y un «crepe» untado con nocilla. Ese día, te habrás pasado de calorías y vas a tener que estar quemándolo durante una semana o más haciendo ejercicio porque lo que has quemado anteriormente lo ganarás por ese fallo de mentalidad. Lo que trato de decir es que se puede caer en la tentación, por supuesto que se puede permitir pero con cierta moderación, con conocimiento y sabiendo muy bien racionarte las comidas, es decir, si vas a comerte una onza de chocolate después de comer, es mejor que en vez de comerte un bol entero para comer, te comas medio porque te vas a incluir las calorías del chocolate después.

En mi caso, hago ejercicio todos los días sin excepción y mucho cardio, lo cual, a veces me puedo permitir un trocito de bizcocho para merendar o una onza de chocolate durante una semana (luego estoy más de dos meses sin comer) pero, el resto del día no como nada más de dulce, solo fruta. Diría que la porción de dulce/carbohidratos que puedo comer es muy pequeña y no es siempre porque no preparo bizcochos cuando se me terminan, se hacen hoy y se terminan en tres o cuatro días, luego durante un par de semanas, nada más, así que, diría que es permitible. Digamos que se basa en controlar las tentaciones, esas ansiedades que nos persiguen cuando hemos tenido un mal día o estamos nerviosos por algo y nos da por comer, si estamos esforzándonos tanto, es mejor no estropearlo por algo así, sino hacerlo con moderación.

Y sí, todos tenemos esos momentos de gula y que no pararíamos de comer dulces en todo un día pero, también tenemos esos otros donde la voz de la conciencia nos dice que si lo hacemos, habremos estropeado todo el esfuerzo que hemos hecho. Por ello, digo que son «pequeñas tentaciones» porque no llegan a hacernos comer desesperadamente teniendo esa vocecilla interior con nosotros, ¿verdad?


Little Temptations:

Yes, I know, they exist. Those sweets that taste like glory and that interfere in a part of our brain tirelessly when we have decided to leave them and not put a finger on them again and I also know how hard it is to avoid them but here the good news: it ends up happening. When we stop eating certain type of carbohydrates during a while, our body asks us in the form of a little anxiety that sometimes you can’t control and makes you fall again, even, you may notice smell of chocolate all over the house and you don’t even have, which, tends to disturb a little but it’s that response from your brain by not having that sugar you used to consume, it’s like an abstinence syndrome that persists until a few months later.

I also know that the first moment you start your journey to healthy living, you see them everywhere: cafes, bars, in the restaurant menus, even if you work on one that is still worse because you always have that little temptation, that little doubt that crosses your mind: «it’s just a day, nothing happens, right?» I answer the question: «no, it’s okay». There’s a «but», exactly. One day nothing happens that you eat a dessert, two chocolate balls or a piece of a tablet, maybe a candy or maybe a truffle but, tomorrow almost with absolute certainness, you will think the same thing because it’s just a day, it’s just a moment in time where you break the rules, where you think that candy isn’t going anywhere but it does if you allow it every day and you are not able to slow down your impulses. Therefore, during the first months you leave this type of food, it is better not to think about it, avoid it at all costs.

One of the ways I managed to become rather aware and forget about eating this kind of thing, was replacing that moment when I wanted to eat sweet with a fruit or nuts and I have to say that although you would eat a lot for the simple fact of having a horrible anxiety, it works, calms you and your brain starts to relate that when you want to eat sweet, you’re going to eat a piece of fruit. Actually, it’s all mental. If you consent to fall into temptations, you allow your brain to fail in the control of the situation, to become aware and to know how to say that «no» to that exasperating desire to eat sweets. It’s ok to do it once a week or even intermittently, I mean you buy a chocolate tablet and eat it during a week (a little piece every day), when you’ve finished it, you don’t buy more for a month or two. It’s a practical solution…

Another thing I see is that a lot of people often say the typical thing about: «well, how I exercise, I wipe out all the sweet I see because tomorrow I’ll burn it». In a way, it’s true but it depends on how much you eat, I mean, it’s one thing to eat an ounce of chocolate and until tomorrow nothing else and a very different one that you eat three chocolate muffins and a «crepe» smeared with nocilla. That day, you’ll have gone over calories and you’re going to have to be burning it for a week or more exercising because what you’ve burned before you gained it because of that mindset failure. What I try to say is that you can fall into temptation, of course you can allow it but with some moderation, with knowledge and knowing very well how to ration your meals, if you are going to eat an ounce of chocolate after eating, it is better than instead of eating a whole food bowl for lunch, you eat half because you will include the calories of chocolate after.

In my case, I exercise every day without exception and I do a lot of cardio, which, sometimes I can afford a piece of cake to snack or an ounce of chocolate per day (then I’m more than two months without eating it) but, the rest of the day I don’t eat more sweet, just fruit. I would say that the portion of sweets/carbohydrates I can eat is very small and it is not always because I don’t usually prepare many cakes. I can to prepare one today and it finished in three or four days but then I don’t eat more until a couple weeks or a month so I would say it is allowable. Let’s say it’s based on controlling temptations, those anxieties that haunt us when we’ve had a bad day or we’re nervous about something and it gives us that feeling of eating everything we see around, if we’re trying so hard, it’s better not to screw up for something like that, but you can to do it with moderation.

And yes, we all have those moments of gluttony and we wouldn’t stop eating sweets all day, but we also have those others where the voice of conscience tells us that if we do, we will have screwed all the effort we’ve made. So I say they’re «little temptations» because they don’t get us to eat desperately by having that inner voice with us, do they?

 

 

Publicado en Alimentación

Romper el «No has progresado nada»:

clave-para-perder-peso

Supongo que muchos hemos caído en este mal hábito de pensar que todo en la vida se hace en un abrir y cerrar de ojos, que te pones a comer sano durante una semana y ya vas a reducir dos kilos de grasa, que vas a hacer abdominales dos días y vas a tener una tableta espectacular. Después, nos damos cuenta de que todo esto es progresivo y no vamos a ver los resultados de nuestros esfuerzos en tan poco tiempo y aplicación, por lo que, siempre aconsejaría tomarnoslo con calma y seguir adelante con nuestros objetivos, tanto de alimentación saludable como de ejercicio.

Cuando decidimos comer sano, tenemos a personas a nuestro alrededor que tienden a ver ese cambio como algo no muy positivo, aunque te hayas esforzado muchísimo para ello, aunque hayas perdido peso y tu cara no se vea tan ancha como antes o tu barriga se haya reducido considerablemente. Siempre vamos a tener a algún envidioso/a que no va a querer ver cómo progresamos, siempre van a decir: «no has progresado nada», lo cual, si no eres conocedor de este tipo de comentarios estúpidos y cómo dejarlos correr, pueden afectarte emocionalmente, mucho más, cuando estás en las primeras etapas de alimentación y ejercicio saludable para perder peso o, simplemente, para estar en forma.

Normalmente, dejamos que esos puntos de vista del exterior sin fundamento aparente, tiendan a provocar que paremos totalmente nuestro ejercicio y nuevos hábitos, de alguien que simplemente, nos quiere devaluar por envidia. Tendemos a pensar: «bueno, si no sirve para nada, ¿para qué lo hago?», nos ponemos a comer dulce otra vez y carbohidratos prácticamente todos los días y volvemos a aumentar de peso, nuestros músculos se atrofian otra vez y, cuando nos damos cuenta, ya hemos entrado en el sedentarismo. Os digo que hay que centrarse en uno mismo, tú tienes que ver tu propio progreso no lo que otros tratan de hacerte sentir mal, ellos siempre querrán hacerte dudar y sentirte inseguro, por eso mismo, debes demostrar que eres fuerte y continuar con lo que has empezado, no dejarte vencer por pensamientos negativos y no rendirte.

Hay que romper esa forma de comunicarnos con nosotros mismos, por supuesto, vamos a ver un progreso considerable si seguimos con las rutinas establecidas, incluso, si quieres ganar en músculo y quieres tonificar, no lo vas a notar a los dos días pero sí a los dos o tres meses, la cuestión es ser constante, eficiente y tratar de ser amable contigo mismo, solemos ser intolerantes y nos castigamos cuando no llegamos a nuestros objetivos deseados de un día para otro, incluso, en los entrenamientos podemos ser muy duros con nosotros y tratar de agotarnos lo máximo posible pensando que así, vamos a hacer más que en nuestras rutinas diarias y, no se trata de machacarse, se trata de hacer los ejercicios correctamente, comer de una forma adecuada y recuperar.

Hay gente que te devalúa, por supuesto, pero te aconsejaría siempre pensar en los comentarios positivos de amigos, familiares, entrenadores o simplemente, personas conocidas,  puede que ellos no tengan una idea muy objetiva porque te quieren y se preocupan por ti pero, sus comentarios van a provocar que te sientas más motivada de seguir adelante, incluso, cuando se trata de gente que llevas tiempo sin haber visto durante un tiempo y te dicen lo que has cambiado. Cuando te mires al espejo no veas lo que te falta por tonificar o kilos que perder, observa en qué has mejorado y, obviamente, lo demás lo vas a ver cuando te peses, pero NUNCA pierdas la motivación y no te dejes llevar por comentarios ajenos que no te ayudan en nada, los que sean constructivos sí pero no los destructivos.

Aunque haya mil cosas en contra, hay que seguir adelante creciendo, aprendiendo y progresando, no importa lo que otros digan, siéntete bien contigo mismo, las palabras tan solo son palabras, la envidia siempre va a seguir acechando alrededor, así que, continúa con tus objetivos, SIEMPRE.


Break the «You’re not progressing»:

I suppose many of us have fallen into this bad habit of thinking that everything in life is done in the blink of an eye, that you start to eat healthy for a week and you will already reduce two kilos of fat, that you are going to do abs two days and you will have a spectacular tablet. Afterwards, we realize that all this is progressive and we will not see the results of our efforts in such a short time and application, so, I would always advise taking it easy and moving forward with our goals, both healthy eating and exercise.

When we decide to eat healthy, we have people around us who tend to see that change as not very positive, even if you’ve worked hard to do it, even if you’ve lost weight and your face doesn’t look as wide as before or your belly has shrunk considerably. We’re always going to have some envious guy who won’t want to see how we progress, they’re always going to say: «you haven’t progressed anything,» which, if you’re not aware of such stupid comments and how to let them run, can affect you emotionally, much more, when you’re in the early stages of eating healthy and doing exercise to lose weight or just to be fit.

Normally, we let those views of the outside with no apparent foundation tend to cause us to totally stop our exercise and new habits, of someone who simply wants to devalue us out of envy. We tend to think, «well, if it’s useless, why do I do it?» we start eating sweet again and carbohydrates practically every day and we gain weight again, our muscles atrophy again and, when we realize it, we’ve already entered in a sedentary lifestyle. I tell you that you have to focus on yourself, you have to see your own progress not what others try to make you feel bad, they will always want to make you doubt and feel insecure, for that reason, you must show that you are strong and continue with what you have started, not let yourself be overcome by negative thoughts and do not give up.

We have to break that way of communicating with ourselves, of course, we will see considerable progress if we continue with the established routines, even, if you want to gain in muscle and want to tone, you will not notice it in two days but yes at two or three months, the question is to be constant, efficient and try to be nice to yourself , we tend to be intolerant and punish ourselves when we do not reach our desired goals overnight,  we try to exhaust ourselves as much as possible thinking that so, we will do more than in our daily routines and, it is not about crushing, it is about doing the exercises correctly, eating in a proper way and recovering.

There are people who devalue you, of course, but I would advise you to always think about the positive comments of friends, family, coaches or just, known people, they may not have a very objective idea because they love you and care about you but, their comments will make you feel more motivated to move on, even when it comes to people you haven’t seen for a while and tell you what you’ve changed. When you look yourself in the mirror do not see what you lack to tone or kilos to lose, see what you have improved in and obviously the rest you will see when you weigh yourself, but NEVER lose your motivation and do not get carried away by other people’s comments that do not help you in anything, those that are constructive yes but not the destructive ones.

Even if there are a thousand things against it, you have to move forward growing, learning and progressing, no matter what others say, feel good about yourself, words are just words, envy will always continue to lurk around, so, continue with your goals, ALWAYS, no matter what happen. 

Publicado en Alimentación

Alimentación SIN Azúcares Añadidos:

 

Diabetes concept suggesting no sugar consumption

Sé que puede ser impensable para mucha gente pero sí, ¡se puede vivir sin azúcares añadidos! Llevo ya varios meses sin probar ni un poco de azúcares de este tipo (a excepción de la fruta, como es obvio) y os puedo asegurar que no pasa nada, sigo viva y respiro, así que, si yo puedo hacerlo, ¡vosotros también! Lo que me parece curioso es que todos escuchamos que el azúcar añadido en muchos de los alimentos que consumimos no son buenos para nuestra salud, somos conscientes de ello cuando nuestro médico nos lo recuerda pero, hacemos caso omiso a esa información y seguimos comiéndolo como obsesos, como si eso fuese a solucionar algo. Se puede romper esa conducta y no hay nada tan fácil como dejarlo de golpe, de un día para otro, sin pensarlo, es algo así como dejar de fumar o el alcohol (no tengo adicciones, así que, lo siento si no me pongo más creativa), al principio, cuesta y luego todo va sobre ruedas.

Lo que hacen los azúcares refinados es que nos provocan adicción, por ello, todas las tardes a la misma hora, te apetece esa tableta de chocolate que te comes de una sentada, seguramente, con ansia y, al terminar, ya no la sientes como antes. Cuanto más comes, más quieres y todos los días permeneces obsesionado con ello, necesitas acercarte a cualquier tienda a comprarte galletas rellenas de chocolate, helados de vainilla y cacahuete, la famosa «nutella» untada en galletas… lo NECESITAS. ¿Has observado esa necesidad en ti? ¿Te has preguntado por qué sucede?

Hemos tratado a los azúcares como algo normal, hemos dejado que controlen nuestras vidas, que los pongan en todos los alimentos posibles para conservarlos, mientras pueden estar provocando en nosotros una diabetes o problemas coronarios. Nos los «administran» desde que somos pequeños, dado que, muchos de los alimentos para bebés ya llevan azúcares añadidos y, cuando se hacen más mayores, ¡ahí tenéis el famoso Cola-Cao en la mesa! Es triste ver cómo nos manipulan de esta manera y nos excitan, nos enrabian, nos hacen sentirnos inquietos a través del azúcar, porque eso es lo que provoca, ansiedades y nerviosismo. Observaros un poco y os daréis cuenta.

Una de las primeras cosas que noté en mí cuando dejé los azúcares refinados fue una ansiedad horrible que no podía controlar, dado que, mi cuerpo me lo pedía desesperadamente, incluso, me mentía a mí misma pensando que porque comiera un trocito de chocolate no iba a pasar nada cuando en verdad sabía que podía tumbar todo lo que había conseguido de una sentada, así que, me aguanté. Pude ver que el azúcar actúa como una especie de droga, te engancha, te deja con ganas de más y no te la quitas de la cabeza porque CREES que la necesitas cuando no lo haces, lo que necesitas realmente es el azúcar de la fruta, no hay nada mejor como tomarse un batido cada tarde en forma de sustituto, ya verás como tu cuerpo se acostumbra a todo.

Nos dejamos llevar por las etiquetas «menos azúcares», un «20% menos de azúcares», «no contiene azúcares» (cuando realmente contiene maltitol, lo cual, tiende a ser lo mismo)… y caemos como tontos. No se trata de obsesionarse mirando etiquetas, tan solo observando los alimentos que comemos y su calidad, ¿por qué una salsa de tomate me tiene que llevar azúcar como regulador de la acidez si a mí me gusta el tomate tal cual? No entiendo por qué tienden a desnaturalizar las cosas, a tratar de modificar los sabores, las texturas, no puedo creer lo especialitos que nos hemos vuelto con todo cuando hace muchos años, la gente tenía su huerto y no hacían más que comer verduras sin más salsas ni nada por el estilo. Nos hemos acomodado, nos han engañado y nosotros, hemos pasado por el aro. Luego enfermamos y nos preguntamos: «¿por qué a mí? Si soy una persona muy sana…».

«Te ha dado un bajón de azúcar», ¿de verdad? ¿en serio? He dejado el azúcar y me siento muy bien, tengo el azúcar necesario que me aporta la fruta y ni un solo bajón de nada, ¡qué casualidad! Esa es otra excusa para decirnos que es bueno porque nuestro cuerpo lo echa en falta. Lo que me ha ayudado mucho cuando he tenido ganas de dulce, han sido los dátiles, los frutos secos y cualquier fruta que tuviera en casa, me ha apaciguado esa ansiedad y mi cuerpo tan solo me pide estos alimentos que os acabo de decir, ya no pide chocolate o cualquier otro ultraprocesado. Es cuestión de fuerza de voluntad, si no quieres hacerlo, continúa con tu alimentación, pero luego no te quejes de que tienes la tensión alta, te preocupes por el colesterol o porque te han diagnosticado diabetes.

Espero que este post os haya servido de ayuda, de guía y os haya gustado. ¡Comentad qué os parece!

 

Publicado en Alimentación

Una Receta con Quinoa:

 

btrhdr

Tenía esta sección sobre alimentación algo olvidada, así que, he optado por dejaros por aquí una receta muy sencilla de hacer y añadiendo un superalimento que me parece muy rico y especial: ¡la quinoa! Mucha gente no sabe cómo combinarla, incluso qué hacer con ella, tampoco qué nos aporta y por qué se dice que tiene muchos nutrientes. La verdad, se puede combinar con todo pero yo lo suelo hacer con legumbres porque creo que le da mucho sabor a todo el plato y si le añadimos los vegetales, ya es para morirse. El plato que veis y os voy a decir cómo hacer es súper sencillo, práctico y con muy poco tiempo de preparación, a mí me cuesta hacerlo entre media hora y una hora más o menos, cuando me pongo a adornarlo y esas cosas…

La quinoa tiene altos niveles de proteínas y no tiene gluten, por lo que, es muy buena opción para las personas que tienen intolerancias o alergias al mismo. También es una buena fuente de omega6 y 3, tratándose de un alimento vegetal que controla el aumento del colesterol en la sangre y ayuda a la disminución de enfermedades cardiovasculares. Tienen muchísima fibra, vitaminas y minerales como el hierro, el potasio, calcio, magnesio, cinc, vitamina E, B12, B9, B1, B3. Así que, como podéis ver, es muy nutritiva y si la combinamos con verduras, completamos el cupo. La que suelo usar es la de tres colores, cada uno puede usar la que quiera. ¡Vamos con la receta!

Ingredientes:

–Quinoa.

–Vegetales (os digo los que he usado pero podéis poner los que queráis): kale, 3 zanahorias, 2 rábanos, 3 champiñones grandes, 2 cebolletas, tofu, cebollas, bróccoli, coliflor.

–Alubias rojas (o las legumbres que tengáis en casa).

–Especias (las que normalmente uséis).

–Pesto rojo (aquí lo tenemos, podéis usar algún tipo de tomate concentrado si queréis también, pero mirad que no contenga azúcar añadido. También lo podéis hacer casero, si queréis).

Preparación:

  1. Poned la quinoa en agua a fuego lento, tapadlo y dejadlo entre quince y veinte minutos, hasta que veáis que la quinoa se vuelve transparente y blanda.
  2. Mientras la quinoa se está haciendo, poneros a cortar todos los vegetales, no importa si son trozos grandes o pequeños, como os sea más cómodo y rápido.
  3. Empezad a sofreír la cebolla en una sartén mientras la quinoa se termina de hacer, cuando esté doradita, echáis los vegetales y los tapáis para que se vayan ablandando, no lo pongáis a mucha temperatura porque se van a hacer enseguida.
  4. Mientras se hace la verdura, cola la quinoa y déjala aparte para usarla más tarde.
  5. Una vez preparada la verdura, echa las especias que quieras, remueve y echa la quinoa y las legumbres (normalmente, las compro ya cocidas, pero si preferís prepararlas vosotros, también está bien).
  6. Vuelves a remover todo y echas el pesto rojo (aquí también suelo echar una salsita de chilli para darle un poco de sabor picante y unas especies diferentes, pero cada uno lo que le parezca), vuelve a mezclar y… ¡listo!

Me equivocaba siempre con las cantidades pero tened en cuenta que cada persona ingiere unos 200g de alimento, más o menos, así que, os podéis guiar por eso. Me ha ayudado a no cagarla siempre porque soy muy mala calculando…

He añadido otras cosas en el plato como es el aguacate, queso vegano y unas tostadas sin gluten con crema de queso vegano, depende de qué cantidad echéis, añadid algunas cosas para acompañar, también va muy bien con una ensalada. Daros cuenta que la quinoa hace el mismo efecto que cuando coméis arroz, es decir, os hicha, así que, os va a llenar enseguida y no hará falta mucho acompañamiento pero lo que vosotros veáis…

Es una buena receta para esos días que estáis cansados y queréis hacer algo rápido, práctico y, a la vez, nutritivo. Si sois veganos o vegetarianos, esta receta también es aconsejable para vosotros, como véis, tan solo lleva vegetales, legumbres, quinoa y especias. No es nada difícil cocinar cosas saludables y de verdad quieres cuidarte, ¿verdad?

¿Os atrevéis a probarla? ¿Os gustaría que os dejara por aquí más recetas?

 

 

Publicado en Alimentación

El «No Tengo Tiempo» no es una Excusa:

elnotengotiemponoesunaexcusa

Esta frase se oye muy a menudo pero, más que una frase es una excusa. Siempre hay alguien que dice que no tiene tiempo, que está muy ocupado, que pasa el día trabajando y no puede prepararse nada saludable, que al tener hijos todo gira en torno a ellos… Bueno, un conglomerado de situaciones que hacen que a estas personas les sea completamente imposible prepararse algo rico y, a la vez, saludable para comer, cenar o como un simple «snack» entre horas. Basándome en nuestra experiencia de estas últimas semanas, os puedo decir que Fabio y yo también estamos muy ocupados trabajando, tenemos a veces, unos horarios de locos y solo descansamos dos días cada semana pero lo que solemos hacer es preparar cositas para el resto de semana (en caso de que vayamos a doblar, si trabajamos por la tarde, no hace falta porque comemos en casa, pero sí viene bien preparar algunos batidos y dejarlos en la nevera, por ejemplo).

Lo que me ha servido de mucho es cocinar para un regimiento, y no es coña. Por ejemplo, si estoy durante tres días yendo a trabajar por la tarde, lo que hago es hacer comida para dos o tres personas, pongo la comida que me sobra en «tuppers» y Fabio se la puede llevar si dobla un día o yo si ocurre lo mismo o si trabajo de mañana y prefiero comer en el trabajo para no llegar a casa y comer a las cinco de la tarde. Hay veces que comes lo mismo, es evidente pero como te ha salido tan rico, pues no te importa, ¡lo comerías los siete días de la semana si hiciese falta!

Las comidas vegetarianas o veganas o de tipo «comida saludable» (dependiendo lo que entienda cada uno por «saludable»), suelen hacerse bastante rápido, con lo que cocino en casa, por ejemplo, puedo tardar entre cuarenta y cinco minutos y una hora, no más. No hace falta estar tres horas en la cocina preparando platos, ni mucho menos, se trata de comer saludable y ser prácticos a la vez, aprovechar los días libres y dedicar aunque sea una hora para preparar las comidas de los próximos días, no me digáis que para hacer una ensalada vais a tiraros dos horas… A eso me refiero, a retirar esas excusas de nuestro vocabulario o de nuestro cuaderno de frases.

Otra cosa que os puede servir son los calendarios de comidas. Me compré uno aquí en Edimburgo que me sirve de mucho, dado que, tan solo tengo que escribir lo que quiero preparar o comer durante los días de la semana en cada una de las comidas (incluidos los «snacks»), así no tengo que pararme a pensar qué puedo hacer que sea rápido, práctico y saludable, sino que, al ya tenerlo pensado y escrito, tan solo tengo que ponerme a hacerlo y listo. Creo que muchos de los problemas que tienen las personas con este tipo de contratiempos a la hora de cocinar o de excusarse, se solucionarían si supieran organizarse con calendarios, con agendas solo para escribir las recetas y las comidas diarias…

Lo que me ha salvado muchas veces, han sido las revistas de comida vegana o vegetariana donde te vienen un montón de recetas fáciles de preparar. Hay días en los que no tienes ni la menor idea de qué hacer para comer y creo que es algo que le ha pasado a más de uno. Nunca va mal tener algunas guardadas para este tipo de ocasiones, las utilizo mucho cuando no sé qué poner en los «tuppers» para llevar al trabajo, algunas recetas son muy ingeniosas y son de tipo «take away» y que se hacen en veinte minutos, es muy práctico…

Nosotros también empezamos a comer mal al principio. Cuando empezamos a trabajar en el restaurante, comíamos de todo, mal, rápido y picábamos un montón de dulce entre horas, entre otras cosas, gluten y leche, cosas que yo no debería probar. Estaba hinchada, iba fatal al baño, a veces, hacía las digestiones muy lentas… Fabio engordó más y, en ciertas ocasiones, le sentaba mal la comida. Llega un momento en el que te das cuenta de que no puedes continuar así porque no dejas de hacerte daño por ponerte una excusa, un límite, por no abrirte un poco a dedicarle tiempo a lo que debes por ti y por tu salud. Empezamos decidiendo el tema del veganismo tanto por nuestra salud como por el maltrato animal que se utiliza para que los seres humanos nos alimentemos, totalmente injusto y desagradable, pero cada uno puede decidir hacia dónde va su alimentación (con esto no quiero decir que os hagáis veganos, es una experiencia nuestra), te das cuenta de cuánto has maltratado al cuerpo en cinco meses cuando ves cómo va transformándose y cambiando, mientras, vas encontrándote mejor y expulsando aquello que tu cuerpo no ha digerido bien.

Hay otras personas que no se cuidan nada, se dedican a no comer en todo el día o tan solo hacen una comida, ¿dónde vais almas de cántaro? Luego se quejan de que les duele todo, están débiles… encima, se pasan el día trabajando y casi siempre caen enfermos y no me extraña en absoluto. Si alguno de vosotros hace esto, podéis poneros malísimos de verdad, llegar a tener serios problemas de salud por no darle a vuestro cuerpo lo que necesita, seguís con esas excusas absurdas del «no tengo tiempo para nada» o del «es que trabajo mucho» pero, ¿y cuando no trabajas? ¿tienes tiempo? ¿o prefieres dedicarlo a otras cosas? Uno no valora su salud hasta que la va perdiendo, hasta que la pone en riesgo y se ve ingresado en un hospital, de verdad, no lleguéis a esto y esforzaros un poco por prepararos, aunque sean, dos «tuppers» cada día, puede que os acostéis un poco más tarde u os levantéis más temprano pero, a la larga, valdrá la pena.

Os aconsejaría que las comidas rápidas las apartarais de vuestra vista, de hecho, no tienen ni buena pinta. No creo que tengan calidad de «comida saludable», les ponen aceites refinados y las ensaladas tienen aditivos que ni siquiera sabía que existían. Te puedes pasar el día comiendo sándwitches de cualquier tienda pero, ¿de verdad te sacias o tienes hambre a la hora de habértelo comido y necesitas algo dulce para continuar con tu día? Pues lo más fácil para estos casos es llevaros al trabajo frutos secos, es un «snack» que no ensucia, que es saludable y que aporta nutrientes. También es normal que nos equivoquemos de vez en cuando, que caigamos en ciertos hábitos al principio pero el esfuerzo se ve recompensado más adelante.

Así que, como os he dicho, dejemos las excusas y concentrémonos en comer saludable. Espero que este post os anime a ello. ¡Un beso y un abrazo, lectores!

Publicado en Alimentación

A Pequeños Pasos:

vegan

Dándole vueltas a cómo empezar este post, creo que la mejor forma de hacerlo es diciendo que la alimentación es un pilar importante en nuestra vida diaria, es la que determina nuestra salud, cómo nos afectará dentro de unos años y cómo nos sentimos nosotros mismos comiendo ciertas cosas. Hay muchos puntos de vista en cuanto a esto y todos son igual de aceptables, no hay que apartar a ninguna persona porque coma carne y tú no, al igual que no hay que dejarle de hablar a un vegano porque no coma huevos, por ejemplo. Tampoco creo que haya que esperar al momento oportuno para empezar a pensar en uno mismo y comer debidamente, cualquier momento es el adecuado para hacer un cambio en tu vida para que sea algo más sana.

Hace un par de semanas, Fabio me comentó de una forma simpática y bastante inocente, el hecho de hacernos veganos. Le pregunté varias veces si estaba seguro y si era consciente de lo que implicaba ser vegano y me dijo que sí, entendía perfectamente tanto el proceso como el efecto en nuestra salud al comer carne o pescado, por ejemplo. Además de esto, empezamos a leer en varias revistas un tiempo atrás, cómo matan a los animales (ya sean cerdos, vacas, toros, pescado en general…) y cómo sufren para que nosotros podamos alimentarnos y, la verdad, nos dolió mucho ver algo semejante. En el trabajo, matan langostas y cangrejos vivos allí mismo y, bueno, soy incapaz de verlo, así que, pensamos que era un buen momento para dar un paso adelante, tanto por los animales que conforman este planeta como por nuestra salud.

Debido al trabajo, estábamos llevando una alimentación basada en carne, pescado, algunas legumbres, arroz, pasta y bastantes dulces por su combustión rápida, lo cual, tiende a dar energía cuando estás cansado, esto ha provocado que, la primera semana, sea un poco dura. Estamos en constante movimiento y en Edimburgo hace mucho frío, así que, debemos planificarnos muy bien las comidas para poder darnos ese aporte extra de calorías que necesita nuestro cuerpo. Llevamos dos semanas sin comer carne y varios días sin probar dulces, esto último está siendo difícil, notas como una especie de síndrome de abstinencia de azúcar bastante incómodo que espero que se pase la semana que viene, incluso, tiendes a sentirte más cansada de lo habitual hasta que tu cuerpo elimina todo el azúcar ingerido hasta el momento. Estamos disminuyendo la ingesta de pescado poco a poco porque no queremos ser muy radicales y que nuestro cuerpo se impacte, así que, un paso detrás de otro… Hemos decidido que seguiremos comiendo huevos por su gran aporte de proteínas tan necesarias, en nuestro trabajo nos movemos muchísimo, así que, creo que es acertado dejarlos en nuestra alimentación (de hecho, me parece demasiado radical quitarse los huevos para ser vegano, pero opiniones hay infinitas).

Nos estamos dando cuenta de la cantidad de recetas veganas que podemos encontrar en revistas dedicadas únicamente a esto y lo mucho que nos están ayudando a planificar las comidas. También hay que estar pendientes de los nuetrientes que nos aporta cada alimento y estar atentos para que no nos falte ninguna vitamina, por ello, estamos a la espera de comprarnos la vitamina B12 y la vitamina C. Nos sentimos más deshinchados y no dejamos de ir al baño (es un efecto que ya tuve cuando fui vegetariana, así que, es bastante normal), un poco ansiosos al quitarnos ese chute de azúcar pero motivados al poder ver que esta alimentación realmente funciona. El cuidarse a uno mismo no debería ser un capricho, sino un orgullo y una forma de quererse…

Estoy encantada de ver nuestro carro de la compra impregnado de verde y de los diferentes colores de las frutas, me siento bien viendo productos veganos que pueden ayudarnos a hacer unos mejores platos, dado que, ahora no es tan raro como antes conocer a gente vegana, hace tiempo, era difícil ver productos veganos que la gente pudiera comprar, se las tenían que ingeniar para combinar verduras y demás, ahora no es un problema. Me encanta el poder comprar más frutos secos, más semillas, legumbres (porque me encantan) y comprobar que las recetas son mucho más sencillas que incluyendo las famosas carnes. Hay que tener en cuenta también el hecho de que un producto que sea vegetariano o vegano, no tiene por qué ser saludable, dado que, muchos de estos, son ultraprocesados que no nos van a hacer ningún bien. Por ello, nos retrasamos un poco más en el supermercado mirando las etiquetas de lo que compramos, no obsesivamente, sino para ser conscientes de lo que comemos y de que sea lo más natural posible.

Me siento muy bien al saber que estamos contribuyendo a que los animales puedan vivir, me parece muy cruel que se diga que nosotros somos los que estamos en la posición más alta de la cadena alimenticia cuando podrías estar delante de un león y cambiar esa perspectiva en menos que canta un gallo. No somos superiores a los animales, que no hablen no significa que no sufran o que no tengan sentimientos, todos somos seres vivos y, así como nosotros nos merecemos un lugar en el mundo, ellos también. No pueden decidir porque no pueden comunicarse, es lo único que nos diferencia, pero estaría bien respetarles como seres que habitan el planeta, parece que se obvien y en la cultura esté programado que matarlos es normal porque los humanos tenemos hambre y nos encanta la carne y el pescado. Repito: hay opiniones para aburrir, no digo que esta sea la única válida.

A raíz de todo esto, pensé que sería buena idea incluir una categoría más en el blog como es la alimentación, así puedo hablar sobre nuestras experiencias, recetas, cómo nos vamos sintiendo, aconsejar vitaminas naturales, productos que hemos utilizado y que nos van bien… En fin, ¡creo que es una buena idea! ¿Vosotros qué pensáis?